Realmente, todos esperamos demasiado de la vida. Queremos tener una casa grande, para que quepan todos nuestros deseos, ya sea en forma de familia, de objetos, o de sueños. Queremos conocer al gran amor de nuestra vida, y compartir nuestros secretos con unos cuantos amigos verdaderos. La pregunta es, ¿cuántas personas acaban teniendo todo lo que quieren?
Nos venden que si luchamos, con todo nuestro ser, podemos conseguir nuestros propósitos. Nos enseñan que si no lo intentamos, no lo conseguimos... Pero, ¿cuántas personas luchan cada día sin obtener nada a cambio?
Dios, es que la vida es demasiado injusta.
Un día te lo da todo, y al día siguiente te lo arrebata.
Un día eres fuerte, y al día siguiente no tienes nada que te haga seguir hacia delante.
Entonces, ¿Qué nos cabe esperar?
¿Una vida futura?¿Una recompensa cuando pase el tiempo? ¿Una alegría pasado mañana...?
Entonces... ¿Para qué ser buenos? ¿Para qué tratar bien a todo el mundo? ¿Para qué?
Si las personas egoístas, las malas, las injustas obtienen incluso más que aquellas que se dejan el alma por hacer las cosas bien...
Desde mi punto de vista, no podemos actuar pensando en el qué pasará. No podemos creernos eso de que tendremos una vida futura donde todo mejorará, y mucho menos, podemos esperar algo del tiempo, ya que es lo único que nunca más va a volver... Por eso, creo que tenemos que actuar según nuestras propias convicciones... porque de alguna manera, aunque no tengamos lo que queremos, aunque la vida nos arrebate lo que nos ha dado previamente... somos recompensados de alguna manera si ayudamos a otras personas a tener aquello que se merecen... Quizá haya alguien por ahí dispuesto a hacer lo mismo por nosotros...
Actúa como quieras que actúen contigo.
Actúa bien, y no te dejes llevar por las malas intenciones... Al fin y al cabo, si no haces lo que puedes por ser feliz, la felicidad no será bien recibida en tu vida.